DECLARACIÓN CONTRA EL CIERRE DEL PARITORIO DE VERÍN.

DECLARACIÓN

CONTRA EL CIERRE DEL PARITORIO DE VERÍN

VERÍN PUEDE CONVERTIRSE EN LA PUNTA DE LANZA PARA DESARTICULAR DECENAS DE PARITORIOS COMARCALES.

La falta de seguridad para los usuarios no es la verdadera causa del cierre, el motivo es económico y de falta de planificación.

Decide la Xunta cerrar el paritorio de Verín pero manifiesta mantener la atención a las embarazadas. No es una contradicción, es una estrategia. Lo que pretenden es dar la impresión de que prestan un servicio, cuando la realidad es que lo reducen al mínimo por motivos economicistas y que, además, creamos que lo hacen por el bien de las mujeres de la comarca y por el bien común.

El consejero de Sanidad de Galicia ha tratado de explicar esta decisión, en su intervención ante el Parlamento de Galicia, rechazando las acusaciones de que está desmantelando el Hospital Comarcal de Verín. Insiste en que la reordenación de la atención obstétrica y pediátrica en la provincia de Ourense obedece exclusivamente a razones de seguridad y calidad. “Priorizamos la seguridad de las madres y, sobre todo, de los neonatos,…”. Indica que continuara siendo el centro de referencia para el seguimiento de las gestantes de la zona y la atención posterior al parto, es decir, pasará a hacer lo mismo que un Centro de Salud. Por si alguien pudiera tener alguna duda de sus intenciones, se ha atrevido a asegurar que solo será la ecografía de la semana 22, que ya se hace en Ourense, y el acto del parto, lo que se derivará ahora al Hospital de Ourense. Más claro imposible.

¿Cómo lo justifica?, pues muy fácil, con cifras que, además, para todos son evidentes: los partos se han reducido en los últimos años y son más complejos (mayor edad de las madres y aumento de gestaciones múltiples). Con éstos argumentos habría que cerrar la inmensa mayoría de paritorios en los hospitales comarcales de toda España, pero es que además este mensaje es contradictorio: son menos pero más complejos.

Los políticos, gallegos o no, insisten en que influye en estas decisiones la galopante escasez de médicos especialistas, especialmente pediatras. Ciertamente el pediatra que cubría servicio en Verín dejó de hacerlo por jubilación, pero ese hecho era previsible, como lo es que sucesivamente el problema de la falta de especialistas se irá generalizando, incluida la previsible falta de enfermeras especialistas en obstetricia y ginecología (matronas). También que hay puestos de muy difícil cobertura, por su aislamiento, condiciones o necesidades de desplazamiento, pero eso también es previsible y ya hay CCAA que incentivan su cobertura. En resumen, todo lo que acontece en Verín era de prever, menos para los políticos que siguen sin ver ni atender a razones.

Alegan que la prioridad del SERGAS es la seguridad de las madres y de sus hijos, porque en el Hospital de Ourense tendrán todos los medios técnicos para atenderles, pero no es verdad que la seguridad de las usuarias sea el motivo del cierre. Que sepamos, parir en Verín fue y sigue siendo seguro: en ningún momento la asistencia de mujeres y recién nacidos en el hospital de Verín fue peligrosa, y si lo fue, que lo digan y denunciaremos al responsable. Un detalle trascendental en la seguridad de un parto es la calidad de la atención, la proporción de matronas por cada mujer y la proximidad de la atención a la usuaria, y en ello Verín supera a Ourense. Siquiera sugerir que la falta de parturientas merma la pericia de las matronas es inaudito, más aún si quien lo hace es la Xunta, la encargada precisamente de mantener actualizadas a todas las matronas, favoreciendo y facilitando la formación continuada. Pero es que además, las matronas gallegas cuentan con reconocido prestigio profesional entre sus colegas, tanto nacionales como internacionales.

Tampoco es aceptable mantener que el aumento de partos en mujeres con edad avanzada suponga un riesgo en Verín, puesto que, en el caso de que un embarazo fuese susceptible de ser considerado de riesgo, ya existen protocolos en todos los hospitales comarcales, también en el de Verín, para que éstos embarazos se deriven a los hospitales de referencia para su control y asistencia durante el parto.

A la Xunta parece solo preocuparle los facultativos especialistas y, desde luego, es motivo de preocupación, pero no tienen en cuenta que el primer paso para resolver éste y otros problemas es contar con matronas en la atención al parto de bajo y mediano riesgo. Las matronas son económicamente eficaces, el personal sanitario capacitado para la atención al parto normal (los que atiende el paritorio de Verín) y las ideales para atender la salud reproductiva y sexual de las mujeres, según organismos internacionales como la ICM o la OMS, por poner dos ejemplos.

Para SIMAES todas las familias son importantes, todas tienen los mismos derechos y obligaciones y todas deben recibir una atención de calidad adecuada a sus necesidades. Que nazcan niños en Verín es necesario y debe propiciarse el aumento de la natalidad, no sólo predicarlo, también favorecerlo con hechos. Cerrar un paritorio a más de 70 kilómetros de un centro hospitalario en una zona montañosa, no es precisamente una ayuda incentivadora. El mundo rural precisa otro discurso y otros hechos, y no vamos a quedarnos mirando como desmantelan paritorios comarcales cercanos a las mujeres que los necesitan, cuando la evidencia científica orienta hacia lo contrario.

Para el Sindicato de Matronas no hay motivo económico que justifique falta de asistencia a las mujeres,  rechaza el cierre del paritorio de Verín e insta a la Xunta a evitar experimentos como éste, carentes del más mínimo rigor científico, y a que garanticen los servicios y la atención sanitaria de calidad para todos los gallegos, sin perjuicio de su lugar de residencia o género. Para ello les exhortamos a que, conjuntamente con los Colegios y Asociaciones Profesionales implicadas, diseñen un nuevo modelo de atención a la maternidad sostenible, accesible y con continuidad en la atención que preserve el derecho de las mujeres y de sus bebés a una atención cercana, saludable y costo-efectiva.

LA COMISIÓN PLENARIA DE SIMAES